martes, 26 de octubre de 2010

Bonheur

Dicen que un cambio siempre es bueno.
Y el cambio es la constante de la vida.
Entonces, aceptarlo es lo más sensato.
Aunque a veces no se vea.
A ratos, me he sentido como no soy,
pero es necesario un desequilibrio.
Incluso si es insignificante.
Nada peor
que cuando uno ha sido ciego de sí mismo.
O que otro te vea por ti.
Entonces, aceptarse es lo más sensato.
Siento esa felicidad
de ser liviano.
No llevar mucho
pero cargar con harto.
Hoy un sabio a quien admiro me dijo que nunca le ha encontrado sentido a la vida.
Yo le encuentro sentido todos los días,
con la capacidad de sorprenderse
maravillarse
y ser capaz de ver
lo que siempre ha estado
de otra manera.

domingo, 24 de octubre de 2010

Al pasado

Más de cinco años pasaron desde la última vez que fui a Pirque. Allá, mis abuelos (por lado del padre) tienen una casa. Una casona en forma de T del siglo XIX. Quedan la mitad de los nogales y el pony de toda la vida murió, pero hay cosas nuevas: rosas maravillosas, alfalfa, membrillos, el Lonko y mi querido Lafkén que al parecer tiene la mejor vida de perros ahí.

La casa quedó destrozada con el terremoto. Tres expertos opinaron derrumbarla. Uno no y con ese se quedaron. La restauración ha sido lenta, pero ha valido la pena. Está hermosa. Vigas nuevas de pino oregón, catorce mil nuevas tejas amarradas con alambre y perfectamente alineadas. Pintura nueva, puertas renovadas y con vidrios. Hasta un aire de monasterio tiene.

Pero por dentro, las grietas asustan. El adobe ha quedado al descubierto y en gran tamaño. Parece inestable, pero no lo es. Todavía le falta.
Saqué muchas fotos. Hay un potro nuevo, tiene un año y medio. Qué pelaje más brillante y cara amable. Lo mejor es una raya negra que le cruza toda el anca, destacándose del acaramelado color del cuerpo. Avelito se llama. Hay una pony con un ojo ciego, creo que alguien le pegó. Maldita gente.

Mi perro corre por las canaletas secas y mira a la pony con recelo. Es feliz. Me salta y juega, siempre sonriendo. Tan grande, me bota cuando quiere.
Por la tarde, me dediqué a caminar y pensar. Tanto silencio y tranquilidad. Hay unos cerros imponentes. Después me hundí en la biblioteca. Es de película, hasta tiene de esas escaleras para ir corriéndolas, porque es tan alta y grande que no se llega a los libros de arriba. Deben haber más de dos mil libros de todo tipo. Incluso hay discos de vinilos, muchos. Es el sueño de cualquier lector.

Empecé a mirar el primer estante de la derecha y tomé un libro que me llamó la atención "Poesía del tiempo" de Robinson Saavedra. Me senté en ese sillón ideal de lectura, muy cómodo. Gastado de tanto uso. Abrí el libro en cualquier página y salió la 65.
"Rondino" se llamaba el poema y me encantó. Me lo aprendí de memoria, soy buena para eso. Miré el resto del libro y el que más me gustó fue ese. Me hizo sentido. Lo busqué en internet y no está. Menos mal me lo aprendí. Aquí va:

Rondino

Toda mujer es una puerta abierta
hacia la eternidad
del hombre.

Y toda puerta
es un misterio.
Y todo misterio
es una invitación.

Toda invitación es una lucha.
Y toda lucha es vida.

Toda vida es una puerta abierta
hacia la eternidad
de la muerte.

Después encontré unas fotos añejas y empolvadas. La belleza de mi abuela en sus mejores años. Un álbum de su despedida de la embajada en Alemania. Un muchacho de una foto resaltó y me costó descifrar que era mi papá como a los 15. Vi una de mi abuelo tan guapo, pedí que me la regalaran. Vi a mi abuela a sus 15 también con un elegante vestido blanco. Estante siguiente y otra sorpresa: el álbum de matrimonio de mi mamá. Se veía tan radiante, feliz, plena. Tomada de la mano con mi papá, muy flaco y buen mozo. Dándose un beso. Abrazados a los amigos de la vida. Mis tíos unas guaguas. Mi abuela estupenda. Mi abuelo todo un galán.
Qué lindo.
Buen descubrimiento.

A la hora del té fui donde mi abuela, en la terraza. El sol era una buena compañía. Entre la conversación le conté mi hallazgo poético. Con los ojos llenos de lágrimas me dice "¿sabes quién es?" "no" "anda a preguntarle al Tata".
Fui y al contarle la historia la pregunta fue la misma "¿sabes quién es?" "no", después de un silencio la respuesta me impactó. "Es mi papá", me dijo con tanto orgullo. Nunca supe nada de él. Jamás me enteré de su poesía o cuentos. Nada.
Son esas conexiones inexplicables. Esa patafísica. Y me siento feliz de haberle dado esa felicidad a mi abuelo. Le recité el poema aprendido y emocionado, me abrazó.

domingo, 17 de octubre de 2010

Chan!

No será lo que pensaba
o imaginaba
pero cerca cerca
porque no es lo que se controla
Sonrío sola
sin motivo
u oculto
Me sonrojo
sin motivo
u oculto
Quizás lo sabe
o lo descubra.

Otra vez

Me hace sentir
Me hace soñar
Me hace creer
en eso que creí olvidar.
Quiero que siga
lo que en mí
se renueva.
No te alejes.
No te distancies.
Déjame saborear
sólo un poquito
esto que nunca
pensé comenzar.

una gota

una gota