viernes, 31 de diciembre de 2010

último 31

Es el último viernes del año e intento pensar en todos los viernes que viví durante este 2010.
Tanta intensidad.
Hasta el lunes, para mí había sido un año como la mierda. Si me preguntaban, de inmediato se me arrugaba la frente, los ojos perdían brillo y levantando hombros respondía "que se termine luego".
Si no fuera por una persona de la que jamás lo pensé, no me habría dado cuenta de nada. Amigo de mis amigos y algo amigo mío, Conejo se sentó piscola en mano a mi lado. Despedíamos a la Rosario esa noche.
Me dijo que todos dicen que este año ha sido asqueroso, pero que para él ha sido buenísimo. Más allá de las cosas que pasaron, es la sensación que se mantuvo constante. "He sido muy feliz, sin saber bien por qué", me aseguró.
Me dejó helada.
Lo escuché en solemne silencio. Llegué a mi casa con la cabeza y el corazón revueltos. Necesitaba pensar. Es un buen ejercicio el recordar y verse a uno mismo en cada una de las situaciones. Eso hice y todo cambia.
En enero descubrí un mundo tan nuevo y emocionante que se transformó en mi constante. Ir a trabajos voluntarios me abrió el espíritu. Me despertó la conciencia. Caí de lleno en la realidad que necesitaba. A raíz de esos 13 días supe que soy más de lo que creía. Puedo ser fuerte, puedo ser eficiente, puedo mantener el ánimo, puedo dejar de ser torpe, puedo ser tal cual soy y ser aceptada, querida. Tanto quería conocerme y me terminé encontrando en el lugar más inesperado. Tal fue la sensación que dejó en mí el entregar una casa que no me he podido despegar de ella. Me di cuenta de que entregar es mejor que recibir, pero que uno recibe tanto más entregando. Dimensioné la fragilidad de la vida. La vulnerabilidad. Aprecié la mía, como nunca lo había hecho. Me sorprendí con cada gesto, mirada u acción de agradecimiento. Me emocioné con cada historia. Puse mi alma en cada cosa que hice, como nunca lo había hecho. Y mi espíritu quedó desbordante de energía, de amor y pasión por la vida en sí misma. A eso aportó la gente que conocí, los que agradezco todos las veces que puedo.
Lo mejor de mi año ha sido la gente que se incorporó a mi día a día. Y la gente que ya conocía y este año es parte de mí y no sólo por encima. Encontré un grupo en el que me siento plena. Me siento cómoda. Me siento muy querida y al que quiero con cada parte de mi cuerpo.
Gracias.
En febrero eso se intensificó con la desgracia del terremoto y tsunami. Temí toda mi vida por si eso pasaba y terminó siendo un factor de crecimiento gigante. No pude quedarme quieta y lo primero que pensé fue "cómo ayudo". Sentí que, aunque sea un granito de arena, mi ayuda vale. Y aprendí de las personas que me rodearon y de lo que tuve que hacer. De nuevo, aprecié más mi vida, mi familia, mis amigos y mi casa. Pero aprendí a desprenderme de lo material para apreciar la casa que se lleva dentro.
Gracias.
También en febrero tuve uno de los mejores viajes de mi vida. Ir con la Maida a Buenos Aires y Uruguay fue tan necesario y beneficioso para ambas. Las dos necesitábamos cambiar de ambiente. Dejar de lado nuestra vida y sentir el mundo en nuestras manos. 1o días de completa felicidad, que desbordaba los poros. Risa constante. Disfrutar cada momento. El carpe diem en su máxima expresión. Aprendí que de verdad, la Maida es para la vida, para toda la vida y sé que la viviremos codo a codo.
Gracias.
Aunque la soledad ha sido el tema repetitivo de mi año, he aprendido a encontrar la compañía en otros lados que no sea una pareja, pero todavía no lo logro por completo. He aprendido a vivir con mi soledad, a compartir con ella, sin que me duela. Pero también he salido herida. Todavía no aprendo a involucrarme en la medida justa. Yo y las ilusiones. Todo un tema. Pero no me arrepiento de nada. Ahora que analizo, sí creo que este año me enamoré y no quería. Y de nuevo, tuve que enseñarle a sanar al corazón, que lo hizo más rápido. Dejé de buscar. Ahora vivo lo que tengo que vivir en el tiempo que sea necesario, pero a veces me desespero. Un poquito. Uno no manda en los sentimientos, pero aprende de ellos.
Gracias.
Mi familia siempre ha tenido un lugar importante, pero este año estoy más consciente de ese lugar. Están primero y ante todo. Amo pasar tiempo con ellos. Amo ser niña con mis primos chicos. Amo ser adulta con mis tíos. Amo siempre ser nieta y todo lo que eso significa. Amo ser hija y amiga a veces. Amo ser hermana, compartir como amigos, enseñar y proteger a toda costa. Amo estar todos juntos y aprovecharnos. Sacarnos el juego y siempre felices de poder hacerlo.
Gracias.
Este año me ha dado una gran sorpresa. Sigo amando las sorpresas. Me adelantó mi sueño. Ahora trabajo para la revista que idolatro. Mezcla mis pasiones: viajar, fotografiar y escribir. Qué más. Eso soy yo. He descubierto que la fotografía es la gran pasión de mi vida y que puedo ser buena en ello. Siento el reconocimiento y lo agradezco. Me impulsa a querer ser mejor. Y a raíz de lo que hago he sentido el orgullo de quienes me rodean. Eso también es un impulso. También me siento orgullosa de mi misma. Sé que puedo llegar lejos y lo haré. Y de pasada he rectificado mi inmenso placer por viajar, cosa que estoy haciendo tan a menudo que todavía no lo alcanzo a dimensionar. Para nada. Repito: estoy viviendo mi sueño.
Gracias.
Como Conejo me dijo, durante el año lo que más he sido es FELIZ. Me siento feliz con la persona que estoy siendo. Me siento muy feliz por quienes me rodean. Me siento feliz de tener a mi familia. Me siento feliz por empezar el camino que tanto quería. Me siento feliz por saber que soy feliz y planeo seguir así. Sólo pido jamás perder la capacidad de asombro, ser sabia para darme cuenta de lo que vivo y de que vivo y la felicidad continua en la forma que sea.
Le doy eternas gracias a este año que se va por regalarme el placer de encontrarme. Saber quien soy y gritarlo a todo pulmón. Saber a dónde voy y no perderme. Aprender de mis errores y de mis aciertos. Agradezco lo bueno, lo malo y lo más o menos, como dijo un amigo.
Agradezco por esos que son tan importantes en mi vida y cada uno me aporta algo distinto, único: Felipe, Maida, Javi, Fran, Rosario, Rufo, Tomy, Pancho, Mumo, Jose, Tony, Coti, Fco, Pelao, Torra, Jero, Nachito, Consu, Naty, Eme, Huevia, Nacha, Nico... y todos los que alguna vez me han querido y yo a ellos.
Por todo esto... sólo puedo decir:
GRACIAS 2010
y 2011 eres muy bienvenido



domingo, 19 de diciembre de 2010

Máncora

¿Qué más se puede pedir?
Siento en cada esquina de mi piel
el relajo
Amo que mi preocupación sea
si me tomo un maracuyá sour
o una Cusqueña
Si me compro el collar de nácar (que tanto me gusta y ahora es mío)
o uno de macramé
Ver y sentir el mar
que no me importe que la arena me entre por todas partes
si después de puedo dar una ducha que lo limpie todo
sentir olores
sabores
colores
texturas
todo diferente
puedo asegurar hoy
que lo mío es viajar
es conocer
amo ver lugar diferentes
que me llame la atención su arquitectura(nunca terminan nada)
su movilización (pasión generada por los mototaxi)
su comida (en especial esos panes con papas hilo)
y qué más
que estar con una persona
que se ríe conmigo
aunque estemos en un bus
por más de veinte horas
esto
...
esto
es
fe li ci dad

lunes, 6 de diciembre de 2010

Feliz

Es como flotar
Es como tener un festival de hormonas
bailando
Es como no poder borrar la sonrisa
Es como tener esa sonrisa en los ojos
en la mirada
Es como que tu cuerpo irradiara luz
Es como sentir los músculos relajados
Es como un bombardeo de sensaciones
y emociones
Es como abrir los sentidos
Es como magnificar todo
Es como no ver lo malo, aunque esté
Es como sonreír de la nada
Es como sentirse bonita
Es como si todo fuese increíble

Y por nada en específico

una gota

una gota