me encontraste escondida
y aún sabiendo que quería esconderme
entraste
y, sin pensarlo, en tus rodillas caíste
solté mis rodillas
unas rodillas a las que mi llanto no pertenecía
entonces me derrumbé contigo
mi agua salada mojaba tu hombro
tu cuello
cuando corro para estar sola
cuando en realidad lo que quiero es que corras conmigo y me detengas
adivinaste mi necesidad de abrazo
me abrazaste y yo por breves minutos, pude sacarlo de mí
cuando el mundo corre
ResponderEliminarel sol se detiene con nosotros
donde quieras volar, volarás con el tiempo
juntos. si quieres.
recuerda que el agua salada, sala alimentos.
un beso negrita.