jueves, 1 de julio de 2010

Barsa

Tuve un sueño.

Te imaginé cómplice, confesor, cercano y cálido. Te imaginé como yo quería que fueras. Y te creé como ese que a los treinta, si estamos solteros, estará a mi lado para siempre.
Creo en la eternidad.
En ese sentido.
Me vi en siete años más, creo que como tú también te vez: en el campo, bien al sur, una casa de madera, rica, acogedora, niños y tú al lado por la mañana, con la casa impregnada a café y pan.
Imaginé tu primera sonrisa del día.
Imaginé qué sobrenombre me tendrías, pero no lo pude deducir. Me cargan esos siúticos como “corazoncito“, es como si te dijera en inglés “honey boney“.
Me encanta pasarme películas enteras sobre ti. Cómo sería si...qué pasaría si yo....Si él hace esto...o lo otro....
Es una nube entretenida.
Me pasa algo contigo, algo extraño. Sí, es rara la relación. Si es que se le puede llamar relación. A veces, te quiero sólo para mí. Nadie más, entendieron todas? Na´de venir a peñiscarme la uva, tropa de buitres.
En ciertos momentos, me miras, sólo con la intención de mirarme, pero yo pienso si piensas algo más o si alguna vez se ha cruzado por tu cabeza. Imaginarte es a mí pinta, barsa.
Déjame confesar algo: sin quererlo, me dan cosquillitas involuntarias. Lo más probable es que las cree yo misma, pero el hecho de sentirlas, me hace querer no dejarlas.
Siento que nos complementamos, que si nos unimos, somos mucho más. Aquí todo fluye. Su propio curso, su propio ritmo.
Contigo yo elijo, y elijo luego, para conseguir la felicidad...creo que sabes de esto.
Sigo...a mi lado, te imagino tierno, con tanta sed de cariño como yo. Te quiero cerca. Te imagino haciendo gestos inesperados para mí, porque sabes mi amor por las sorpresas.
Hemos pasado por un camino tan nuevo. Esos árboles no los reconozco, esa piedra en el pavimento, ese letrero al final de la calle, hasta un perro hizo su casa en la esquina. No lo había visto antes. Es un camino nuevo, pero no nuevo. Es un camino reformado, a nuestra pinta. Porque cada hecho, palabra o acción ha ido marcando el rumbo de lo que hemos creado. Me gusta ese camino, es agradable, sobre todo, es cómodo. Natural.
Yo sé que te puedo hacer feliz. Lo sé. Y cuando te imagino, o te sueño, te veo así. Feliz.
Porque lo eres y lo proyectas. Eso me encanta de ti, cómo contagias alegría.
Repito, somos cómplices. Y no confiamos en el mañana. Al menos yo no lo hago. Me fío del ahora. Esto es lo que vale.
Si sabes que te mueres mañana? qué haces hoy?
Esto.
Impacta todo lo que la mente puede crear. El engranaje funciona. Se oxida de cuando en vez.
Siento que me conoces, incluso más que yo. Me asusta un poco. Quizás hasta podrías tener ese don extraño de leer la mente o ver el futuro.


Es agradable pensar si algún día esto llegará a suceder. Si dejas de aparecerte en un sueño y de una vez por todas te transformas en alguien real.
Para entender todo esto, es necesario ser experto en leer entre líneas. No es fácil.
La interpretación es lo emocionante.
Lo dejo libre.
Pero agrego un dato:
Me sorprendes. Y con eso, te digo mucho.


2 comentarios:

  1. Daniela ???? de quién no me has hablado ????
    eso sí es una sorpresa.

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  2. mmmm ya no entiendo nada, solo prefiero escribir de un zorsal porque parece que los rios han tomado su propio curso.

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una gota

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