"un poquito", me dice
"porque sé que no tienes hambre, pero si quieres salir de esa cama, come"
y yo le sonrío
con las ojeras marcadas
la nariz raspada
el pelo pegado, desordenado
el pijama como segunda piel
un confort al lado
dos vasos de agua
y mi mamá
gracias, mamá
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